En nuestra agitada sociedad, todos en algún momento de nuestras vidas personales y profesionales, hemos experimentado situaciones que nos han llevado a quejarnos, sentir insatisfacción y desmotivación. A veces, es natural expresar nuestras preocupaciones y emociones para desahogarnos y encontrar soluciones constructivas. Pero ¡cuidadín, cuidadín!, en este emocionante viaje por el mundo laboral, hay un tipo de profesional tóxico que parece inmortal y puede contagiarnos con su actitud destructiva. ¡Bienvenidos al mundo de los profesionales ZOMBI!
Desahogarse con Razón: Un Derecho Humano
Es importante reconocer que todos tenemos derecho a expresar nuestras inquietudes y descontentos en el ámbito laboral. Después de todo, somos seres humanos con emociones y necesidades. En ciertos momentos, las quejas pueden ser una válvula de escape para liberar la presión y encontrar soluciones a los desafíos que enfrentamos en el trabajo.
Cuando ocurre esta cosita podríamos decir que estamos ante el llamado “profesional razonablemente quejoso” que es aquel que, de vez en cuando, se permite expresar sus preocupaciones con el objetivo de mejorar la situación. Sus quejas son puntuales, temporales y están enfocadas en encontrar soluciones constructivas. Este tipo de profesional reconoce la importancia de la comunicación abierta y honesta, y utiliza sus inquietudes como una oportunidad para buscar mejoras y crecimiento tanto personal como profesional.
En este punto es importante aprender a pedir ayuda. Por favor no dejéis de pedir ayuda cuando la necesitéis. Pedir ayuda no tiene nada que ver con el fracaso, ni con la dependencia ni con ser inferior. Obtener ayuda no es un acto que resulte humillante, ni conlleva rebajarse ante nadie. Pedir ayuda tiene que ver con el reconocimiento de nuestras propias limitaciones, la humildad y la valentía. Para muchas personas pedir ayuda resulta toda una odisea, quizás porque han tenido malas experiencias en su vida cuando han necesitado ayuda, no han encontrado a personas que en ese momento pudieran ayudarles, o bien han recibido una ayuda que no es la que esperaban y entonces han caído en la frustración. Cuando pedimos ayuda a alguien, estamos reconociendo que nadie es más que nadie. Y por supuesto, cuando somos nosotros quienes ayudamos tampoco quiere decir que estamos por encima de nadie. Si todos nos ayudáramos a pedir ayudar cuando la necesitamos y ayudáramos de corazón cuando nos necesitan, ya te digo yo que este mundo sería más y mejor.
En este video te ofrezco mi reflexión sobre la buena práctica de pedir ayuda cuando la necesitas.
El Lado Oscuro del ZOMBI Laboral
Bueno, volvamos a la cosita de los ZOMBIS. Por otro lado, el auténtico ZOMBI laboral es un profesional tóxico y negativo, que se aferra a la queja de forma continua y sin perspectiva de cambio. Su actitud destructiva puede contagiar al equipo de trabajo, sumiéndolo en un ambiente desmotivador y pesimista. A diferencia del profesional razonablemente quejoso, el ZOMBI no busca soluciones, sino que se recrea en la insatisfacción y la negatividad.
Imagina a un engendro profesional que solo es capaz de sumir en la frustración a sus compañeros. El ZOMBI se alimenta de la energía del resto, utilizando engaños y quejas constantes para presentarse como una víctima de una conspiración. Culpa a todos a su alrededor por sus desgracias y nunca asume responsabilidad por sus acciones.
Identificando al Profesional ZOMBI
Es fundamental aprender a identificar a los profesionales ZOMBI para evitar ser arrastrados por su negatividad. Algunas características que nos ayudarán a reconocerlos son:
Energía Contagiosa: Los ZOMBIS desprenden una energía negativa que puede drenar a quienes los rodean, afectando el ambiente laboral.
Quejas Perpetuas: Sus quejas se repiten una y otra vez, sin buscar soluciones o cambios positivos.
Falta de Responsabilidad: Tienden a culpar a otros por sus fracasos o insatisfacciones, evitando asumir responsabilidad por sus acciones
Excusas Mágicas: Son expertos en encontrar excusas para no cumplir con sus responsabilidades. Desde obligaciones familiares hasta situaciones inverosímiles, siempre tienen una razón para no hacer lo que deben.
Críticos Incansables: Pasan su tiempo juzgando y malhablando de todo, especialmente de los productos y servicios de la empresa. Nada es lo suficientemente bueno para ellos.
Incapacidad para Iniciativas: Creen firmemente que ninguna iniciativa funcionará y siempre ven obstáculos insuperables. El miedo al fracaso los paraliza.
Ausencia de Empatía: No muestran angustia ni culpa, y les resulta imposible amar a alguien genuinamente. Fingen interés, pero en realidad, son sarcásticos y manipuladores.
Rebelión Sin Causa: En reuniones informales, se quejan de las injusticias de la empresa y proclaman su lucha contra ellas, desafiando a todos los jefes que encuentren en su camino.
Convirtiéndonos en el Héroe de un Profesional Zombi: ¿Ayudar o Salir por Patas?
Una vez que hemos aprendido a identificar a este tipo de profesionales, la recomendación sería “salir por patas pero rapidito”. Sin embargo yo no lo veo así… si somos buenas personas y compañeros deberíamos por lo menos enfrentamos a este dilema: ¿deberíamos intentar ayudar a un colega ZOMBI o salir corriendo antes de contagiarnos?
Compis, la empatía y la solidaridad son valores fundamentales en nuestras relaciones laborales y personales. Si nos encontramos con un compañero que parece estar sumido en una dinámica destructiva, deberíamos sentirnos casi en la obligación de tenderle una mano. Tomar un momento para hablar con él y entender los motivos detrás de su comportamiento podría ser el primer paso para brindarle apoyo. Y esto es lo que yo practico, antes de salir corriendo intento ver si tengo alguna forma de ayudarle de forma desinteresada… y de corazón os recomiendo que hagáis lo mismo… se que es muy duro pero al final lo consigas o no te aseguro que te sentirás más y mejor persona, compañero y profesional.
¿Por qué hablar con el Profesional Zombi?
Comprender su Situación: A veces, el comportamiento de un ZOMBI puede ser producto de situaciones personales o laborales difíciles que están afectando su bienestar. Escuchar sus preocupaciones y comprender su situación puede ayudarnos a ver más allá de su actitud negativa y encontrar maneras de colaborar en su mejoría.
Ofrecer Apoyo: Mostrar interés genuino por la persona y su bienestar puede brindarle la confianza necesaria para abrirse y aceptar ayuda. A veces, solo el hecho de saber que alguien se preocupa puede marcar la diferencia.
Crear un Ambiente de Confianza: Al abordar el tema con tacto y empatía, podemos crear un ambiente de confianza donde el profesional ZOMBI se sienta seguro de expresar sus sentimientos y preocupaciones sin temor a ser juzgado.
Cuando la Ayuda No Es Suficiente
Sin embargo, es importante reconocer que no siempre podremos ayudar a un profesional ZOMBI. A pesar de nuestros esfuerzos por brindar apoyo, algunas personas pueden resistirse al cambio o rechazar cualquier ayuda que se les ofrezca. En estos casos, es cuando el único camino que nos queda es proteger nuestro propio bienestar emocional y mental.
¡PooooooooooooooooooFAVOR, evita el Contagio ZOMBI!
De verdad os lo digo, es crucial aprender a protegernos y salvaguardar nuestro bienestar personal y profesional. A continuación, te presento una serie de estrategias para evitar el contagio de la actitud ZOMBI y mantenernos a salvo de su negatividad:
Cultivar la Resiliencia:
Desarrollar la resiliencia es una herramienta poderosa para enfrentar los desafíos laborales con una actitud positiva y soluciones creativas. La resiliencia nos permite adaptarnos a las adversidades y aprender de ellas, sin que nos afecte emocionalmente de forma permanente. Fortalecer nuestra resiliencia nos convierte en un escudo impenetrable ante la toxicidad de los ZOMBIS, ya que estamos preparados para superar cualquier obstáculo que se nos presente.
Comunicación Constructiva:
Fomentar una cultura de comunicación abierta y constructiva es clave para mantener un ambiente de trabajo saludable. Cuando surjan quejas y descontentos, es importante que estas se enfoquen en buscar soluciones y mejoras. La comunicación constructiva nos permite abordar los problemas de manera asertiva y colaborativa, evitando caer en la negatividad y el pesimismo que caracteriza a los ZOMBIS.
Limitar la Exposición:
Si es posible, reducir el tiempo y la interacción con personas extremadamente tóxicas es una medida de autoprotección efectiva. Evitar el contacto constante con los ZOMBIS nos ayuda a mantener nuestra salud mental y emocional en equilibrio. Si bien en algunos contextos laborales puede ser difícil evitar completamente la presencia de estas personas, es importante limitar al máximo su influencia en nuestra vida y enfocarnos en otras relaciones más positivas y constructivas.
Huir o Distanciarse:
Cuando nos encontramos frente a un profesional ZOMBI, no debemos dudar en huir o distanciarnos lo máximo posible. Nuestra salud mental y bienestar personal son prioritarios, y no debemos permitir que la negatividad y toxicidad de estos individuos nos afecte. Alejarnos de su entorno y buscar un espacio más saludable y positivo nos ayudará a protegernos y mantener una actitud constructiva ante la vida.
Cultivar la Positividad:
No permitas que las quejas y negatividad de los ZOMBIS te afecten. Cultiva una actitud positiva y enfócate en lo que realmente importa en tu vida laboral y personal. Busca momentos de gratitud y alegría en las pequeñas cosas y mantén tu mente enfocada en el presente y en tus objetivos personales y profesionales. La positividad es una armadura contra la toxicidad del ZOMBI laboral y te permitirá mantener tu vitalidad y entusiasmo.
Buscar el Apoyo:
No te enfrentes solo al desafío de evitar el contagio ZOMBI. Busca el apoyo de compañeros y líderes que compartan una visión positiva y constructiva del trabajo. Mantener una red de apoyo en el entorno laboral te ayudará a enfrentar las dificultades con mayor confianza y motivación.
La Felicidad y el Equilibrio en el mundo laboral y personal
La verdadera felicidad es un tesoro escondido en el arte de valorar lo que tenemos y apreciar los pequeños momentos que la vida nos brinda. En un mundo laboral agitado y demandante, encontrar el equilibrio entre expresar nuestras inquietudes y mantener una actitud positiva se convierte en un pilar fundamental para preservar nuestro bienestar y potenciar nuestro rendimiento.
A menudo, nos vemos atrapados en la vorágine del día a día, enfocados en lo que nos falta o en lo que anhelamos alcanzar. Sin embargo, este enfoque en el futuro nos hace perder de vista la belleza de lo que ya tenemos. La verdadera felicidad no se encuentra en la queja continua sobre lo que nos falta, sino en aprender a valorar y agradecer lo que ya poseemos. Cultivar la gratitud nos permite apreciar las pequeñas alegrías que la vida nos regala, como el apoyo de un compañero en el trabajo, un cumplido sincero o incluso el simple hecho de disfrutar de un descanso merecido.
Encontrar el equilibrio entre expresar nuestras inquietudes y mantener una actitud positiva es una habilidad valiosa para enfrentar los desafíos laborales. Es natural sentirnos frustrados o insatisfechos en ciertas situaciones laborales, pero dejarnos arrastrar por la queja continua solo nos sumerge en un círculo vicioso de negatividad. En lugar de eso, podemos aprender a expresar nuestras inquietudes de manera constructiva, buscando soluciones y mejoras en lugar de simplemente lamentarnos. Una actitud proactiva nos empodera para enfrentar los retos con creatividad y resiliencia, y nos permite transformar los obstáculos en oportunidades de crecimiento.
Hasta la próxima compis espero que esta cosita de LaRanaGaspar haya podido aportarte algo de luz… graaaaaaaaaaaaaaaaaaaande abrazote 💚🐸
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