Diariamente en Facebook, Twitter, Instagram y demás redes sociales, se ponen delante de nuestros ojos muchísimas frases positivas, inspiradoras, alentadoras, motivadoras, y uno se llega a preguntarse: ¿realmente estas frases sirven para algo? Pienso que esta pregunta tiene tantas respuestas como personas estamos expuestas a esta categoría de frases. En este artículo comparto mi opinión como lector y como escritor de frases, que yo denomino “Frases Inteligentes (que NO ingenuas)”.

El valor de la frases como fuente de motivación.

Las frases motivadoras pueden ser una herramienta poderosa para aumentar la motivación y la productividad de las personas. Pero también es cierto que hay personas que publican este tipo de frases sin ton ni son, sin buscar que las personas que puedan leer estas frases reflexionen y puedan actuar para ser más y mejor persona. Por tanto, según mi opinión, no todas las frases motivadoras son igualmente útiles o efectivas. Es más, existen frases nada inteligentes, irreales y que pueden llegar a hacer más daño que bien. Como frases que prometen resultados mágicos o soluciones fáciles a problemas complicados. Estas frases pueden dar una falsa sensación de que todo es posible sin esfuerzo y pueden distraer la atención de lo que realmente se necesita para alcanzar nuestras metas.

Un ejemplo de este tipo de frases bien podría ser:

«Un día sin sonreír, es un día perdido»

Esta frase anima a la gente a ver el lado positivo de las cosas y a buscar la felicidad todos los días. Sin embargo, es una frase que nos aleja de la realidad de la vida de las personas. Es cierto que la sonrisa puede ser una herramienta poderosa para transmitir positividad y alegría a nuestro alrededor. Una sonrisa sincera puede hacer que otras personas se sientan mejor y puede ayudar a crear un ambiente más amistoso y agradable. Además, la sonrisa es una expresión universal que puede ser entendida por personas de diferentes culturas e idiomas, por lo que es una forma efectiva de comunicar alegría y buen humor. Sin embargo, hay veces donde la vida puede ser difícil y no es realista esperar que uno esté feliz todo el tiempo, todos los días. Lo importante es encontrar maneras de enfrentar los desafíos de la vida, de mantener una actitud positiva (que NO ingenua) de forma equilibrada, y, sobre todo, buscar la felicidad en las pequeñas cosas que nos regala la vida, en lugar de esperar estar constantemente riéndonos.

Con lo dicho, yo convertiría esta frase en una frase inteligente (que NO ingenua) escribiendo:

“Un día sin sonreír, no es un día perdido, es un día donde tenemos la gran oportunidad de darnos un tiempo para valorar lo que nos está sucediendo, poniendo en valor las muchas cosas que tenemos”

Personas Para Aprender

Hay que ser consciente, como decía antes, que existen frases y frases. Yo me voy a referir a esas frases que yo identifico como frases inteligentes (que NO ingenuas), y que pueden haber sido escritas por personas reconocidas en sus ámbitos profesionales o por personas normales, corrientes y anónima. Cada vez más me encuentro en las redes sociales frases y /o reflexiones de personas no conocidas que son auténticas perlas, que me inspiran y me sirven para pensar, actuar, ser más y mejor persona. Estas perlas las convierto en frases inteligentes (que NO ingenuas) y las comparto en mis redes, poniendo la foto de la persona y haciendo una reflexión sobre su frase y/o reflexión. Esta es mi manera de agradecer, reconocer y valorar a las personas que dedican parte de su tiempo a inspirarnos con sus frases inteligente (que NO ingenuas).

¿Cómo escribo mis frases inteligentes (que NO ingenuas)?

Las frases que escribo y comparto en mis redes sociales me vienen a la mente leyendo, escuchando u observando cositas que me atraen y me inspiran. A partir de ahí construyo mi propia frase personalizada, creíble, en primera persona, en presente, con un vocabulario que me resulte fácil y, sobre todo, que me sirva para pensar, actuar, ser más y mejor persona. Con esto lo que estoy haciendo es fijarme un objetivo real y concreto sobre la frase que pueda llevar a cabo en mi día a día. Y en paralelo las comparto en mis redes sociales pues entiendo que si a mí, siendo una persona nada extraordinaria me ha servido, seguro que a otras muchas personas también pueden inspirarles y motivarles.

¿Realmente las frases motivan?

Hoy en día, no existe ninguna investigación científica que relacione la exposición a estas frases con el incremento de la motivación en quien las lee y su posterior éxito en lo que sea que se haya propuesto. Pero que no existan evidencias científicas no quiere decir que no puedan servir de apoyo para muchas personas. La cuestión no es lo que leemos, sino lo que hacemos con lo que leemos. Leer una y otra vez una frase no va a promover un cambio profundo en la persona, de la misma manera que leerse una receta de cocina no va a hacer que cocines ese plato, sino te pones manos a la masa, y mucho menos te va a convertir en un chef reconocido. Pero, si la frase que uno lee, le hace pensar, reflexionar y le motiva a actuar de una forma concreta para lograr un objetivo personal y real, entonces sí podemos decir que esa frase se ha convertido para esta persona en una palanca, en un motor de actuación. También ocurre qué según el momento, el tema y la situación presente de la persona puede hacer que esa frase tenga más o menos sentido para ella.

Por tanto, las frases motivacionales por sí mismas no son válidas, es necesario creérsela y que cada uno las adapte a su propia personalidad y vocabulario si quiere que éstas le generen un estímulo real y efectivo. Una frase que funciona para una persona puede no tener ningún efecto en otra. Es importante elegir frases que realmente resuenen con nosotros y que nos ayuden a enfocarnos en nuestras metas y objetivos. Es decir, si una persona no tiene una inquietud o meta concreta podría ir saltando de frase en frase (y tiro porque me toca), experimentando subidones y sintiéndose bien de forma momentánea.

Con todo es fundamental aclarar que las frases motivadoras por sí mismas no deben ser el único sustento de nuestra motivación. Aunque estas frases pueden ser inspiradoras y ayudarnos a ver las cosas de manera diferente, no son suficientes para proporcionar una verdadera motivación a largo plazo. La motivación viene de dentro de nosotros mismos y es algo que debemos cultivar y mantener por nosotros mismos. Al tomar medidas concretas para avanzar hacia nuestras metas y viendo el progreso que estamos haciendo, podemos sentir una verdadera sensación de motivación y satisfacción. La clave es tener una meta clara en mente y tomar medidas concretas para alcanzarla. Y evidentemente ninguna frase por muy inteligente que esta sea nunca, nunca podrá llegar a definir nuestro proyecto ni propósito de vida.