¿Cómo VIVIR después de la MUERTE de un HIJO?, una pregunta difícil de explicar, responder y de asimilar por la mayoría de los padres. Perder a un hijo para siempre es algo que va contra natura, que rompe los esquemas de una familia y que provoca un gran estrés físico y emocional muy difícil de evitar. A esto se suma que los conocimientos en torno a la muerte, el entendimiento de la pérdida y proceso del duelo, son conocimientos que no se enseñan en ningún ámbito de la sociedad, y cuando vivimos la experiencia del fallecimiento de un hijo, nos sentimos perdidos y nos enfrentamos a ella sin saber qué hacer por falta de herramientas y de estrategias. Reconozco haber acudido a internet en búsqueda de respuesta que sosegaran mi estado emocional, y las encontré, pero también encontré artículos confusos y aterradores, y esto no puede ser. Considero que hoy en día la sociedad no está preparada para afrontar la muerte en general, y la de un hijo en particular. Y por mi experiencia personal puedo decir qué si hubiera sido formado y preparado para afrontar una pérdida, mi duelo y aprendizaje (que NO superación) de la muerte de mi hijo Gasparín, habría sido más constructivo y me habría ayudado más y mejor.

El mayor drama que unos padres pueden experimentar es la muerte de un hijo

Así es, pienso que nada hay más dramático y contra natura que la muerte de un hijo, este es uno de los mayores dramas a los que unos padres pueden enfrentarse. Ningún padre está preparado para la muerte de un hijo. Se supone que los padres no viven más que sus hijos. Solo las personas que hemos vivido este drama conocemos la dureza de esta situación con la que la vida de forma caprichosa te golpea. Algunos psicólogos piensan que el dolor que unos padres experimentan puede llegar a ser diferente dependiendo de si los padres son jóvenes o no, pues los más jóvenes podrán tener la posibilidad de tener otro en el futuro. También he leído afirmaciones que dicen que el dolor y el drama se acentúa si se ha convivido durante varios años con el hijo fallecido, ya que cuantas más cosas compartidas mayor es el dolor. Por mi experiencia no comparto ninguna de la dos afirmaciones.

El tamaño de la pérdida de un hijo no lo determina la edad del hijo fallecido. La pérdida de un hijo es muy dolorosa en cualquier edad. Cada hijo es único y diferente. En mi caso, que tuvimos a Pelayo después del fallecimiento de Gasparín, lo recibimos con mucho amor y de forma muy especial, pero Pelayo nunca sustituyo ni sustituirá a Gasparín. Mi hijo nació, cumplió su misión en la tierra y marcho al cielo con 5 meses, y os digo de corazón que mi dolor no fue minimizado por haber convivido con Gasparín tan solo cinco meses. Recuerdo todas y cada una de mis vivencias con Gasparín como si hubieran sido años y años, y es cierto que no lo pude disfrutar en vida más que 5 meses, pero en mi duelo y dolor, siempre recordaré la de veces y veces que me imaginaba con Gasparín celebrando cada cumpleaños, cada curso, su comunión, su boda, en definitiva, todas las esperanzas, sueños y experiencias que nunca compartiré con Gasparín. Pero ¿sabéis? con el tiempo, he hallado una forma de avanzar y volver a sentir felicidad y a encontrar un significado y un propósito en mi vida.

Cada uno de mis hijos me ha ido cambiando la vida. Me han enseñado nuevas formas de amar, nuevas fuentes de alegría y nuevas maneras de ver el mundo. Y Gasparín me ha inspirado a ser más y mejor persona, a crear un legado en vida para mi seres queridos y personas que voy conociendo, y en especial, para personas menos favorecidas. Como veréis a continuación, hoy en día disfruto y saboreo a mi hijo todos los días con amor, y manteniendo con él una relación muy especial e intensa a través de LaRanaGaspar, de la que os hablo más adelante.

¿Cómo te puede ayudar mi experiencia?

Cierto es que cada personas que ha vivido este drama, lo resuelve de una manera diferente, cada uno necesita su tiempo, aunque para todos es necesario pasar el duelo y aceptar que el duelo es para toda la vida, pero os puedo garantizar que a medida que pasa el tiempo irrumpe con menor aflicción y frecuencia. La muerte de un hijo no se supera nunca, sino que se integra en la vida de los padres. Es un trauma y hay que aprender a vivir con ello. Y se puede hacer y, aunque al principio parezca imposible, también se puede llegar a ser feliz con el paso del tiempo, y además, recuperar la pasión y felicidad por seguir viviendo. Aquí os cuento mi experiencia, y ojalá, compartiéndola pueda dar un poco de luz (que no consejo) a personas que hayan vivido un drama similar, y para aquellos que no lo han vivido, aprendan a relativizar sus problemas y puedan empezar a dar solución a aquellos problemas (que NO dramas) que hoy les preocupan.

Algo que es “antinatura” NO tiene explicación alguna, NUNCA se puede superar, y solo queda APRENDER a vivir con este DRAMA. Es cierto que nuestras creencias y/o personalidad, pueden ayudarnos a salir de ese largo túnel oscuro por el que andas perdido, con dolor, rabia, ira, desesperación y GRITANDO: ¿Por qué? ¿Por qué a mí? ¿Por qué yo? ¿Por qué? ¿Por qué a mí? ¿Por qué yo? ¿Por qué? ¿Por qué a mí? ¿Por qué yo?…

Me llamo Gaspar, un tipo OPTIMISTA (que NO ingenuo), que hace unos años perdió a su hijo Gasparín con tan solo 7 meses. Y sí, REPITO, soy una persona optimista, alegre y que intenta disfrutar de la vida como el que más, con mi familia (incluyendo por supuesto a Gasparín), con mi trabajo, con mis amigos y con gente nueva que voy descubriendo.

¿Cómo empecé a ver luz al final del túnel?

En mi caso, más allá del apoyo mutuo entre mi mujer y yo, y la enorme entereza y al mismo tiempo inocencia y ejemplo que mi hija Carlota (con tan solo 8 años) nos mostraba todos los días, hubo algo que me ayudó, me ayuda y me seguirá ayudando a vivir con mi hijo Gasparín.

A los pocos días de fallecer Gasparín, un muy buen amigo mío me dijo entre lágrimas: “Gaspar que tu hijo haya fallecido ha hecho que me diera cuenta de la enorme SUERTE que tengo de tener a mis hijas VIVAS, ha hecho que yo como padre, me OBLIGUE a quererlas más y mejor, ha hecho que…”

Y fue entonces cuando me di cuenta de que, si quería salir del túnel, la pregunta correcta que me debía plantear era: ¿PARA QUÉ se ha ido Gasparín? Y no ¿POR QUÉ se ha ido Gasparín?. Fue entonces cuando me empezaron a venir respuesta de todo tipo, respuestas que, con mucho esfuerzo y empeño por mi parte, me empezaron a sosegar, empezando a ver cierta luz al final de ese oscuro túnel. ¿Qué a veces me viene a la mente? ToooooooDOS los días, pero hace ya tiempo que salí del túnel para no entrar jamás. A partir de aquel día y hasta hoy, tengo y me van surgiendo infinitos “para que,s” que me ayudan día a día a convivir con mi hijo Gasparín.

Mis Para Que,s

Aquí te dejo algunos “para que,s” que quizás te puedan AYUDAR a entender mejor lo importante del CAMBIO de pregunta:

·        Para que muchos niños y niñas puedan tener, si cabe, más amor y ATeeeeeeeNCIÓN por parte de sus padres.

·        Para que hoy pueda compartir desde mi paz interior este DRAMA contigo y te PLANTEES, si realmente esa preocupación (que NO drama) que tienes o tendrás, merece el tiempo y desgaste que te está provocando.

·        Para que DESCUBRIERA el fascinante mundo de ayudar a los demás, en especial a los más desfavorecidos. Desarrollando multitud de proyectos sociales… y finalmente con el nacimiento de LaRanaGaspar

¿Qué es LaRanaGaspar?

LaRanaGaspar es el reflejo de mi actitud ante la vida, es mi propósito de vida, es mi legado, el que estoy dejando a mis familia, amigos y personas que voy conociendo. Con LaRanaGaspar he aprendido a convivir felizmente con mi hijo Gasparín y he descubierto el fascinante mundo de entregarme a los demás, y en especial, a las personas más necesitadas.

LaRanaGaspar es una sola cosita en la que conviven tres almas:

1. Gaspar (yo), soy quien doy vida a LaRanaGaspar en este mundo terrenal. Me considero una persona nada extraordinaria, como digo yo: “un vividor de la vida”. Sí, un vividor de la vida, que grita a los cuatro vientos que tenemos que saborear y disfrutar de las cositas realmente importantes de nuestras vidas, y que con el día a día las olvidamos y dejamos de saborear y disfrutar como se merecen y nos merecemos.
2. La Rana, es el alma rupturista, ingeniosa, graciosa, simpaticona, atrevida y algo descarada pero siempre respetuosa y amigable.
3. Mi hijo Gasparín, tengo tres hijos, Carlota, Gasparín y Pelayo. Gasparín nació en abril de 2007 cumplió su misión en la tierra y a los pocos meses marchó al cielo, y desde allí nos cuida y sigue inspirando, porque es él, la auténtica fuente de inspiración de LaRanaGaspar.

¿Cuál es la misión de LaRanaGaspar?

La Rana Gaspar tiene dos misiones: Una personal y otra global. 

La misión PERSONAL:

Es la forma que he encontrado para afrontar la vida con optimismo (que NO ingenuidad), y vivir feliz e intensamente con mi hijo Gasparín.

La misión GLOBAL:

Aportar nuestro granito de arena para hacer un mundo más optimista (que NO ingenuo) y más humano (que NO mamífero), conectando mi vida con la de otras personas.

Desde junio 2022 LaRanaGaspar tiene su propia CASITA. Tras años de mucha actividad en el mundo OnLine y OffLine, se hacía necesario que LaRanaGaspar tuviera su propio espacio donde poder presentarse y concentrar todas sus reflexiones y experiencias pasadas, presentes y futuras. Un casita de todos y para todos, donde compartir con vosotros información, reflexiones, experiencias y algunas sorpresitas más de LaRanaGaspar… date una vueltecita, seguro que alguna cosita encontrarás…

Contenidos para ser más y mejor persona. – LaRanaGaspar

Nada es por casualidad

Soy de los que opina que nada ES por casualidad…quizás hayas perdido el empleo, una promoción, un cliente importante, este enfadado con tu mujer/marido, tu hijo/a haya suspendido… qué se yo… cambiando la pregunta NO tendrás la solución, pero te aseguro que si la cambias encontrarás aquellos “para que,s” que te ayudarán con esfuerzo y perseverancia, a aprender, afrontar y redirigir esa situación.

NO soy experto en nada concreto, mucho menos un gurú, ni pretendo aconsejar a nadie, no me creo ejemplo de nada… soy una persona normal, que eso sí, GRITA a los cuatro vientos que nadie debería esperar a tener un DRAMA para sacar la mejor versión de uno mismo. No quiero ser DEMAGOGO, hay gente que está viviendo AUTÉNTICOS DRAMAS, y tienen todo el derecho a quejarse, pero para aquellos que tenemos unos BÁSICOS cubiertos (y somos muuuuuuuuuuuuchos) dejémonos de hablar de problemas, y si, de cositas a RESOLVER. De corazón, PIÉNSALO y mira la de cositas bueniiiisimas que tienes a tu alrededor, y que con el ajetreo del día a día, no somos capaces de identificar, disfrutar y saborear como nos merecemos y se merecen.

Y si aún no te he convencido, y solo con ánimo de DESPERTARTE… ¿te CAMBIO todos tus problemas pasados, presentes y futuros, por Gasparín?

Gaspar gonzález